Leo Riser

Nombre: Leolénitas Riser (Leo)

Edad: 21

Nacionalidad: EEUU.

Molde: Lucifer Dolkot

Fecha de llegada: 04/09/2008

Maquillaje: Por mí

Ojos: Bermuda 18mm de Soom

Peluca: Kondoll

Le gusta: Estar solo, leer y escuchar música, la paz y tranquilidad de las horas de estudio, la tormenta que Noa desata cada vez que se lo lleva de juerga.

No le gusta: Las miradas indiscretas, sentirse solo, su padre y su pueblo de origen, su aspecto.

Aficiones: Le encanta pasar horas metido en sus libros de texto, hasta que Noa le llama para hacer trastadas. Él es la conciencia de Noa, evita que se meta en líos demasiado gordos.

Carácter: Tranquilo, expectante, odia gritar y que le levanten la voz, pero es incapaz de mirarse en un espejo porque se odia a sí mismo. Muy tímido, la mayoría de las veces habla susurrando.

Historia: Su madre murió de una enfermedad causada por unos experimentos a los que se sometió para ganar dinero cuando estaba embarazada, por eso Leo tiene ese aspecto, pues sus genes se modificaron como efecto secundario. Su padre, alcohólico, se pasaba el día borracho, pegándole en cuanto le tenía a la vista, por lo que Leo estaba prácticamente todo el día escondido en su habitación, encerrado en una caravana en un camping en medio del desierto de Nebrasca.En el instituto, las cosas no eran mucho mejor: era el marginado, el bicho raro, a pesar de que Leo ocultaba su rostro y sus orejas bajo una peluca que su madre le había hecho con su propio cabello antes de morir. No importaba: las palizas, los insultos y el maltrato eran la orden del día de Leo. Además, debía repetir el mismo curso una y otra vez, o se les acabarían las ayudas del estado, y nadie en el pueblo querría darle trabajo.Un día, su padre fallece de un fallo renal, y Leo ya no aguanta más: lo único que le ataba a aquel lugar era aquel hombre que tanto que odiaba, y que por una promesa que había hecho a su madre antes de morir, había soportado su comportamiento durante tantos años. Así que se marchó a comenzar una nueva vida: consiguió trabajo en un trasatlántico que le trajo a España, donde empezó a estudiar medicina, su sueño.Cuando vio a Noa por primera vez, enseguida reconoció en ella a una de las personas que le habían hecho la vida imposible en el instituto, pero al mismo tiempo se sentía terriblemente atraído por ella. Sólo cuando Noa se acercó a él para hablar y conocerle, se dio cuenta de que era alguien en quien se podía confiar, y comenzó a dejarse llevar por ella.